Los 10 años de nuestro amado Facebook
Parece que sucedió ayer, cuando muchos usuarios creamos el perfil en la red social más popular del planeta. Sin embargo, el tiempo ya ha pasado y Facebook, ya alcanzó su décimo cumpleaños como artífice de un modo de socialización virtual.
Atrás quedó la era del fotolog a través de sitios como MySpace. También se desplazó a la popular forma de chateo a través de la sesión de Messenger de Hotmail o Yahoo. Ahora, se chatea por Facebook y se tiene una vida social a través de él, mas aún ahora que ha comprado Whatsapp y seguramente lo integrará con Facebook.
No es la única red social del mundo, pero es difícil sustraerse a su encanto y familiaridad, donde podemos saber de inmediato lo que sucede a todos nuestros seres queridos y amigos, que son capaces de compartir que es lo primero que se les pase por la cabeza.
Es un espacio que explota el sentido más básico de curiosidad, ya que siempre podemos saber en qué andan esas personas que conocemos, con quién salen o qué piensan. Canaliza la necesidad del chisme, de enterarnos qué hace el otro, solo por el simple deseo de saber y de dar a conocer también los acontecimientos de la vida propia.
Sin embargo, también ha pasado por críticas y sospechas, dando la sensación de ser un medio extorsivo, que manipula a sus usuarios infringiendo su privacidad y vendiéndola a las empresas del mundo. Pero, ¿cuál es la verdad en semejante afirmación?
Facebook sabe mucho de nosotros
Una cámara oculta realizada en Ámsterdam, fue lo suficientemente reveladora respecto a este dilema. Se montó en la calle una carpa grande y blanca, en la que un vidente recibía personas para hacerle una lectura psíquica sobre sus vidas.
La mayoría de los individuos que ingresaron en el lugar, seguramente lo hicieron motivados por la curiosidad. Sin embargo, cuando iniciaron la conversación con este sujeto, este les reveló aspectos muy personales de sus vidas, que no era posibles que conociese un desconocido. Parecía que ese sujeto si podía leer sus mentes.
Sin embargo, al final de la sesión cae una cortina que revela el gran secreto. Un equipo de producción revisaba el perfil de Facebook de estas personas, revelando detalles personales y hasta embarazosos. De allí, la gran verdad es que esta red social, como otros tantos perfiles online, tienen mucha información sobre nosotros (te suena Whatsapp), que además es empeorada por nuestra indiscreción.
La alegría y el fiasco de la película de Facebook
En sus festejos de los 10 años, la red social hizo una demostración ejemplar de su manejo de la plataforma y de los datos de sus usuarios. Creó la película de Facebook, en la que se hace un recorrido de los 10 años de cada usuario, rememorando los mejores momentos compartidos en esta red, ambientado por una bonita música.
La mayoría de los usuarios quedaron encantados. La compilación de sus mejores fotos y comentarios los emocionó tanto, como cuando en un cumpleaños alguien nos arma un álbum-video con nuestros mejores momentos. Pero para otros la sorpresa no fue tan grata.
Dado que esta aplicación capta una serie de datos al azar, algunas compilaciones de esta película no fueron muy bonitas que digamos. En algunos casos fue una proyección nula, si el usuario tiene un uso muy limitado de las funciones de la red social. Pero en otros casos fue un recuento amargo de imágenes pasadas angustiantes, y de comentarios desubicados y fuera de lugar.
Es que nadie le causaría emoción ver las fotos con esa pareja, con la que ya no estamos, o con ese amigo que ahora odiamos. Muchos usuarios se vieron reflejados en lamentables estados de ebriedad, no una, sino varias veces, tal vez para hacerles notar que tienen un problema. Otros tantos, se descubrieron en fotos obscenas o con poca ropa que no son buenas para la posteridad. Tampoco ayudó a la idea, ver otra vez en imágenes a ese ser querido que muriera y cuyas fotos no hacen más que revivir el dolor.
Sin dudas, para todos estos es un fiasco y una recopilación desagradable de sus experiencias de vida. Pero debemos reflexionar, ¿de quién es la culpa?
Las verdaderas dimensiones del problema
Angie Varona, es un caso lamentable en la era del fotolog. Cuando tenía 14 años subió fotos suyas ligera de ropa a un sitio web, con intención de compartirlas con su novio. A partir de allí, su intimidad quedó expuesta. Vive hasta el día de hoy la pesadilla de saber que todas esas imágenes pasean por el Internet, en sitios oscuros dedicados a pederastas. Es desafortunadamente, la joven más popular de la red, por no haber pensado dos veces lo que hacía con su ordenador.
Es un serio aviso para todos nosotros. El Internet es una vía de contacto sin control, que puede exponer nuestra vida ante ojos desconocidos. No solo llenamos perfiles en la red, también expresamos nuestro pensamiento y mantenemos nuestras disputas a través de él. El precio de tanta comunicación, es que siempre vamos a dejar datos, nombres y detalles a través del ciberespacio. Pero, podemos asegurarnos que sean solo los estrictamente necesarios. Es un arma de doble filo, que tratada sin cuidado puede lastimarte. Recuérdalo.