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Vuelta a la Empresa, regresando a trabajar por cuenta ajena

Formaste una empresa, fue grande tu esfuerzo y comenzaste a ver tus frutos. Pero las circunstancias económicas del país, la caída de ingresos y las variantes económicas te obligaron a dejar tu emprendimiento y volver a buscar un empleo.

5 Consideraciones a la hora de volver a trabajar para otro

Y ahora que los has conseguido, es posible que te encuentres bajo la dura perspectiva de tener que entenderte con directivas, o de tener que hacer algo que no te gusta, al menos por el momento. Lo que tienes que hacer es no perder de vista lo que quieres hacer de verdad.

1-¿Te puedes sentir prisionero?

Puede que te hayas sentido un poco así:

Te sientes atascado. Pasas las horas en la oficina sentado en tu escritorio, frente a un ordenador o quizás frente a varios ordenadores. La historia parece repetirse, trabajo con software de escritura, corrección de errores, leer y escribir mecánicamente documentos totalmente chatos.

Y la reflexión que llega a ti es que al menos pagas el alquiler de tu casa. Hacer este trabajo te permite ganar dinero y hacer que tu familia se alimente físicamente. Pero no alimenta tu corazón y tu alma.

Y en tu interior, notas que no deseas trabajar con máquinas, quieres trabajar con la gente. El manejo de un sistema, es fundamentalmente el manejo de una gran cantidad de detalles esenciales que deben configurarse en absoluta corrección.

2-La vida en una empresa (no tiene que ser mala)

La vida suele resultar un viaje largo. Sólo tú conoces el destino, no sabes la hora de llegada, las encrucijadas, los pueblos y ciudades a lo largo del camino.

Pero aun así es muy saludable que el viaje sea lo más encantador y amenizado posible, al igual que lo harías en un viaje en coche. La vida es muy valiosa como para desperdiciarla pasándolo mal durante el camino.

Siempre debemos ver el lado positivo de las cosas que nos han pasado o nos pasan. Nadie se libra de momentos difíciles, fracasos y superación.

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3-El ser humano necesita acción

El ser humano no está hecho para sentarse en un escritorio cada día. Estamos formados para una vida de movimiento, reunión, juntarse con otros seres humanos, intercambiar ideas experiencias y puntos de vista. Y estamos formados también para una vida de cambio. Diferentes horarios, diferentes lugares, diferentes personas.

La vida de rutina es difícil. Es difícil porque conduce inexorablemente al aburrimiento y al hastío. El trabajo de oficinista tradicional, mata nuestra creatividad y llega a destruir nuestra iniciativa.

Sentados en un escritorio todo el día, cumpliendo labores de rutina, nuestros cerebros funcionan más lentos y menos eficientes.

4-El fracaso no es derrota

Como hemos comentado anteriormente, es bueno saber que haber fracasado en un intento, el no haber podido mantener el emprendimiento que habíamos creado, no es estar ciertamente derrotados.

Lo importante es que no te desanimes, una vez recuperado el nivel de capital que necesitas para sostener a tu familia, bueno es que intentes reprogramar la iniciativa como emprendedor.

5-Hay que saber perder algunas veces (y aprender de ello)

Es cierto aquel dicho que perder una batalla no significa perder la guerra. En la vida muchas veces tenemos que fracasar y luego volver a intentar, la derrota significa fracasar y no volverlo a intentar. Debes persistir y volver a montarte en el caballo, ni bien tengas la oportunidad. Mientras tanto, siéntete agradecido con lo que tienes a tu disposición. Esto te permitirá hacer más con el tiempo, podrás volver a estudiar y reciclarte profesionalmente.

Recuerda que, dirigir tu propio emprendimiento incrementa tu creatividad, ya que no tienes un jefe que te diga lo que debes hacer. Eres tu propio jefe. Formarás tus días de trabajo rumbo a tu propio éxito. Se suma a esto que seguramente trabajarás en lo que realmente amas. Esto permitirá que tus días de trabajo se llenen de satisfacción.

Cuando estás ejecutando tu propio negocio, lo estás haciendo por ti mismo, lo que te hará crecer, formará tu carácter y te abrirá las puertas a un nuevo camino iluminado por el sol de la esperanza. Sigue adelante con tus planes sin desfallecer, el mundo conocerá tus éxitos y lo más importante tú te conocerás a ti mismo.

foto: Kevin Dooley
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